Bitcoin tiene el potencial de apoyar la libertad en todo el mundo

Bitcoin es la revolución

Alex Gladstein, el director de estrategia de la Fundación de Derechos Humanos (Human Right Foundation – HRF), es el principal defensor de Bitcoin como herramienta para los activistas de derechos humanos. Se ha desempeñado como vicepresidente de estrategia del Foro de la Libertad de Oslo desde su creación en 2009.

Ya en el pasado describió a Bitcoin como un medio de escape de la tiranía y hacia la libertad, y atacó la postura de arrogancia de los críticos de Bitcoin adinerados, que por vivir en democracias liberales dan por sentada la estabilidad del estado de la moneda de reserva. Gladstein afirma el gran impacto revolucionario que, un sistema monetario sin fronteras, descentralizado, sin regulaciones estatales y no discriminatorio, podría tener sobre los millones de personas que no pueden abrir una cuenta bancaria, enviar o recibir pagos a través de internet o a otros países. 

Recientemente, en una entrevista para CoinDesk, Gladistein señaló que:

La tecnología descentralizada es importante para la libertad

A lo largo de la historia, los gobiernos siempre han inclinado la tecnología a su favor. Y, en la actualidad, cada vez existen más sistemas de vigilancia, y se continúa ejerciendo más control sobre los ciudadanos. Tal vez, esté en las manos de las redes descentralizadas como Bitcoin ayudar a reforzar las libertades civiles y salvar la privacidad y la libertad.

La Fundación de los Derechos Humanos acepta las criptomonedas

La Fundación de los Derechos Humanos ha aceptado donaciones de Bitcoin desde 2014, reconociendo desde hace tiempo el potencial de la divisa digital como una fuerza para la libertad individual. Incluso lanzó el Fondo de Desarrollo de Bitcoin en junio de 2020, que apoya a los desarrolladores de software que trabajan para fortalecer la red de Bitcoin para que pueda servir como una herramienta financiera para activistas de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y periodistas de todo el mundo. 

En 2017, la HRF comenzó a realizar talleres de derechos humanos de Bitcoin, conectando activistas globales con filántropos, artistas, legisladores e innovadores.

Alex Gladstein guía el crecimiento, la recaudación de fondos y los medios de comunicación de la organización, defendiendo a la red Bitcoin.

La HRF se centra en derechos como la libertad de expresión y pensamiento, la propiedad privada y la libertad de participar en el sistema de gobierno. Bitcoin, como todas las criptomonedas descentralizadas, subraya la libertad de expresión, los derechos de propiedad, y controla el autoritarismo. Es fácil ver por estos motivos que ciertos principios coinciden y una alianza puede ser formada.

Bitcoin puede ser muy importante para los activistas

En multitud de países los activistas tienen grandes problemas con el dinero, ya sea que viven bajo una inflación de dos o tres dígitos, o los gobiernos pueden vigilar y cerrar fácilmente sus cuentas bancarias. Bitcoin puede jugar un papel muy importante aquí porque no puede ser censurado o detenido.

Gladstein aconseja que la comunidad de Bitcoin apoye el trabajo de la Fundación de los Derechos Humanos y que puede hacerlo de varias maneras, por ejemplo contribuyendo para que los desarrolladores de Bitcoin, que trabajan mejorando la red, puedan hacer a esta moneda más descentralizada y resistente. Considera que invertir en el fortalecimiento de la red significa beneficio para todos.

Y, para los recién llegados al mundo criptográfico, les aconseja pasar unos meses desarrollando una comprensión sólida de por qué Bitcoin es diferente, y por qué es la revolución. Es un sistema monetario que está más allá del control de cualquier grupo de personas, y nunca antes había existido algo así.