Bitcoin le gana la batalla a Canadá

Pongámonos en situación: Canadá se decide a declarar el estado de emergencia por manifestantes en torno al covid y ciertas medidas tomadas. Esto, según su legislación, conlleva la posibilidad de embargar las cuentas bancarias de los usuarios. Y aquí es donde aparecen las criptomonedas.

Aumenta el uso de criptomonedas en Canadá

Al poder embargar las cuentas bancarias de los canadienses activistas en dichas manifestaciones, han surgido opciones para mover el dinero a través de las criptomonedas manteniéndolo seguro. Desde transacciones con estas hasta un crowdfunding de Bitcoin debido a ciertos problemas que han surgido durante este estado de emergencia.

Canadá lucha una guerra perdida contra Bitcoin

Si bien pueden bloquear los fondos de las cuentas de criptomonedas en exchange centralizados, no pueden hacerlo de las wallets y aquí es donde comienza la comedia.

La situación ha sido cuando menos graciosa y embarazosa para los gobernantes de Canadá: las autoridades de Ontario han reclamado a Nunchuk, un proveedor de wallets sin custodia (como Exodus o Trust Wallet), que colabore en la investigación congelando cuentas y aportando datos de los usuarios.

Para cualquiera que sepa algo sobre las criptomonedas sabrá que esto es literalmente imposible y así se lo ha hecho saber Nunchuk a la Corte de Justicia Superior de Ontario en un correo:

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“No almacenamos ninguna información identificativa de los usuarios de nuestro software. Tampoco almacenamos sus claves. Por lo que:

• No podemos congelar los activos de nuestros usuarios.

• No podemos prevenir que estos activos sean transferidos.

• No tenemos conocimiento sobre la existencia, naturaleza, valor o localización de los activos de nuestros usuarios. Esto es así por diseño.

Por favor, echad un ojo a cómo funcionan las llaves privadas y carteras sin custodia. Cuando el dólar canadiense no tenga valor, estaremos aquí para servirles también.”

Conclusión: los gobiernos no entienden Bitcoin y tampoco se esfuerzan por hacerlo

Y este es un caso más de cómo los gobiernos de los países no intentan ni siquiera entender cómo funcionan tanto las criptomonedas como Web3. Simplemente amenazan y mantienen el control a través de prohibiciones pasando por encima de libertades si lo necesitan y llegando a coger tu dinero si así lo creen necesario. Una prueba más de que aún es pronto para Bitcoin.