Cómo haremos la transición desde el mundo Web2 al Web3: ¿Qué es? y ¿qué significa?

Con el 2021 elevando las criptomonedas y toda la industria del blockchain a alturas vertiginosas, encontrar estos términos con más frecuencia no es de extrañar. Dados los vínculos directos que la próxima generación de Internet tiene con el blockchain y el cripto.

Julia Morales

Julia Morales

Como haremos la transicion desde el mundo Web2 al Web3: ¿Que es? y ¿que significa?

Con el 2021 subiendo las criptomonedas y toda la industria del blockchain a niveles vertiginosos, encontrar estos términos con mayor frecuencia no sorprende. Dados los vínculos directos que la siguiente generación de Internet tiene con el blockchain y el cripto.

La pregunta es, ¿qué significa exactamente la Web3? ¿Y en qué cambia respecto de las generaciones pasadas de Internet (Web2 y Web1)? Antes de que comencemos a hablar de esta terminología como una palabra de moda corporativa, será beneficioso para todos entender realmente cómo está posicionada Internet para evolucionar. Y lo que esto representa en los meses y años venideros.

la definición de la Web3y una mirada al Internet de antaño

WEB 1 primero, antes de hablar de la Web3, resulta sencillo echar la vista atrás unas cuantas décadas y comprender una historia de alto nivel de Internet. En general, es fundamental comprender las generaciones anteriores (Web2 y Web1) y lo que cada una de ellas aportó. Partiendo de estas bases, no sólo podemos comprender mejor qué es la Web3, sino que también podremos tener una visión más clara de cómo hemos llegado hasta donde estamos hoy.

¿Qué es la Web 1.0?

En particular, Web1 es el término que se utiliza generalmente para referirse a las primeras versiones de Internet. Desde sus inicios en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) hasta la red global interconectada que se encarga de unir a todas las entidades de la Tierra. La Web1 fue la pionera en iteración de Internet tal y como la conocemos hoy.

Aquellos que vivían en la época del rock grunge, los pelos de punta y el primer teléfono móvil sin cables, recordarán que su primera vivencia en Internet requería una conexión telefónica, con un módem a una velocidad de 56kbit/s (lo que habitualmente se puede simplificar como: muy, muy, lento). Si corrías con suerte, podías conectarte desde la comodidad de tu casa. Pero lo más probable es que le costará a tu familia la única línea telefónica habilitada en la casa, lo que significaba que no se podía conectar ninguna llamada telefónica de salida o de entrada mientras alguien estaba conectado.

¡Oh, Dios! la Web2 (Web 2.0): YouTube, Facebook, Instagram

La Web2 es lo que conocemos como la actualidad del Internet. Es el espacio en línea en el que todo el mundo ha crecido, sin importar la geografía, la edad o la clase social. “Nacida en torno a 1999, la Web2 nos ha traído algunos de nuestros servicios preferidos, que con cada año posterior empezamos a ver con menos buenos ojos. Cuando la historia reflexione sobre las empresas y los servicios que definieron la etapa de la Web2, sin duda pensarán en Facebook, Amazon, Google, YouTube, Instagram, TikTok y otros.

PARSIQ Graphics-2Web2 hizo que Internet pasara de ser un mundo digital de sólo lectura a uno con interacción, o lo que puede simplificarse un poco con la expresión Internet de “escritura/lectura”. Después del efecto 2000, los usuarios de Internet comenzaron a descubrir poco a poco que no sólo podían recibir data en las páginas web que estaban viendo. Sino que también podían mandar información a los servidores web en un esfuerzo por obtener información más específica y adecuada a sus necesidades.

Web2 y el problema

Aunque los resultados de la Web2 han sido impresionantes, su adopción ha hecho que los usuarios se den cuenta de que las entradas en este mundo online se están fijando en las manos de unos pocos. Con el paso del tiempo, se ha confirmado que Internet. Que antes se consideraba un espacio en online que no pertenecía a nadie, se ha transformado de hecho en un espacio en el que el mundo digital es propiedad de unos pocos.

En estos momentos, muchos lectores son conscientes de que los servicios gratuitos en realidad no lo son. La verdad es que los gigantes de la Web2, como Facebook, Google y Amazon, entre otros, están entre los pocos que tienen gran parte de los datos de un usuario de la Web2. Además, no sólo las empresas como éstas son propietarias de los datos del usuario, sino que las rutinas del usuario en su vida habitual dependen en gran medida de los servicios que prestan estas empresas. Imagina un mundo en el que no existiera Google, en el que no se pudiera acceder a WhatsApp y en el que no se pudieran hacer pedidos en Amazon, y verás rápidamente el gran impacto que pueden tener estas tres empresas en tu vida cotidiana.

Web 3.0 y su amanecer

La Web3 también suele denominarse “web semántica”, un término usado por Tim Berners-Lee, el informático al que se atribuye en gran medida la creación de la World Wide Web en 1989. La web semántica alude a la idea de que esta nueva era de internet será más autodidacta, inteligente y abierta. Aunque no trataremos aquí en profundizar al respecto de la automatización de la Web3. La próxima generación de Internet será aquella en la que las máquinas y los seres humanos (por ejemplo, la inteligencia artificial, etc.) podrán conectarse sin problemas entre sí y comunicarse.

En la Web3, los datos estarán conectados entre sí de forma descentralizada, en lugar de estar todos almacenados en manos de unas pocas entidades. Estas interconexiones son posibles gracias a los protocolos descentralizados. Que son el soporte mismo de las tecnologías blockchain y las criptomonedas.

En el mundo centralizado de la Web2, la autoridad central a menudo es vista como la ley. Determinando la validez de las transacciones, lo que no se puede hacer y lo que sí en una plataforma, y más. Por ejemplo, cuando se envía dinero de una cuenta bancaria a otra, el banco aprueba en última instancia si la transacción se realiza y se procesa. El banco determina si el remitente tiene los fondos suficientes para enviar, entre otros criterios, y luego aprueba en última instancia la transacción.

En un mundo Web3 descentralizado, no hay una autoridad central, y el código (la forma en que se estructura la red blockchain descentralizada) es la ley. La red determina si el remitente tiene los fondos suficientes para enviar y, en última instancia, aprueba la transferencia de fondos una vez superadas todas las comprobaciones.

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