Por qué el Uso de Energía de Bitcoin no destruirá el Planeta
El régimen monetario ha seguido una trayectoria destructiva las últimas décadas. Los tipos de interés han caído poco a poco, provocando deudas en
El régimen monetario ha seguido una trayectoria destructiva las últimas décadas. Los tipos de interés han caído poco a poco, provocando deudas en gobiernos, empresas y hogares. El resultado es una adicción al crédito barato, desviando la atención de la inversión futura. El fiat es una herramienta descivilizadora, ya que destruye el incentivo para ser optimista sobre el futuro.
Bitcoin ofrece una opción de salida, ya que su política monetaria es justa, transparente y estable. En Bitcoin no existen privilegios, son los mineros, en todo caso, los que corren más riesgo que los simples holders.
La destrucción económica causada por los regímenes fiduciarios es una amenaza tanto para la vida humana como para el ecosistema del planeta. Arreglar el dinero puede ser el paso más ecológico que puede dar la humanidad.
La mayor parte de las críticas a la minería de Bitcoin se basan en una extrapolación desinformada. Los que la critican suelen calcular el coste energético por transacción y lo extrapolan a un volumen de transacciones mucho mayor, la cual no tiene en cuenta el funcionamiento real de Bitcoin.
La principal característica de Bitcoin es el libro de contabilidad descentralizado de las transacciones (blockchain), que funciona como una base de datos. Los mineros añaden un bloque de nuevas transacciones a este libro cada 10 minutos aproximadamente. Por tanto, extrapolar el consumo energético a multitudes es erróneo, ya que es imposible que quepan tantas transacciones dentro de los bloques de Bitcoin.
Una vez dicho esto, podemos intentar calcular el gasto futuro en transacciones en la cadena. Bitcoin puede liquidar alrededor de 300.000 transacciones diarias. De media los usuarios pagarían 100 dólares por transacción. Esto nos lleva a un gasto total de 30 millones de dólares al día. Las recompensas mineras actuales (emisión + tasas de transacción) rondan los 60 millones de dólares. Así que, según nuestros cálculos, los ingresos de la minería -y con ello el uso de energía- serían la mitad de los actuales.
Algunos críticos tienen una percepción negativa sobre los mineros de Bitcoin, que consumen cantidades exageradas de electricidad que podrían ser empleadas en otro lugar. La minería de Bitcoin se centra cada vez más en la utilización de la llamada energía varada, la cual se divide en dos tipos: la energía de la red, donde los picos en la producción de energía renovable o la sobreproducción en la red local pueden provocar un exceso de energía que hay que tratar de alguna manera y la energía fuera de la red, que es la energía potencial en lugares remotos sin ninguna conexión a la red eléctrica.
Los mineros están transformando cada vez más el gas natural en electricidad y minando en el lugar de los pozos de petróleo, lo cual es mucho más respetuosa con el medio ambiente que la quema de gas. La quema de gas no es muy eficiente, y una gran cantidad de metano puede seguir escapando a la atmósfera, La combustión del gas dentro de un agregador es una práctica mucho más limpia.
Como conclusión, las implicaciones ecológicas de Bitcoin son malinterpretadas. El hecho de que bitcoin ofrezca soluciones para capturar la energía varada e incentivos para la energía limpia, significa que los reporteros mal informados obstaculizan un dinero más eficiente, al servicio de las instituciones que se benefician desmesuradamente de las inversiones en combustibles fósiles y de los titulares financieros globales.

Alejandro Navarro
I worked as a Financial Analyst for Bloomberg. Co-founder of inverligentes.com Passionate about cryptocurrencies, blockchain and everything related.
El régimen monetario ha seguido una trayectoria destructiva las últimas décadas. Los tipos de interés han caído poco a poco, provocando deudas en gobiernos, empresas y hogares. El resultado es una adicción al crédito barato, desviando la atención de la inversión futura. El fiat es una herramienta descivilizadora, ya que destruye el incentivo para ser optimista sobre el futuro.
Bitcoin ofrece una opción de salida, ya que su política monetaria es justa, transparente y estable. En Bitcoin no existen privilegios, son los mineros, en todo caso, los que corren más riesgo que los simples holders.
La destrucción económica causada por los regímenes fiduciarios es una amenaza tanto para la vida humana como para el ecosistema del planeta. Arreglar el dinero puede ser el paso más ecológico que puede dar la humanidad.
La mayor parte de las críticas a la minería de Bitcoin se basan en una extrapolación desinformada. Los que la critican suelen calcular el coste energético por transacción y lo extrapolan a un volumen de transacciones mucho mayor, la cual no tiene en cuenta el funcionamiento real de Bitcoin.
La principal característica de Bitcoin es el libro de contabilidad descentralizado de las transacciones (blockchain), que funciona como una base de datos. Los mineros añaden un bloque de nuevas transacciones a este libro cada 10 minutos aproximadamente. Por tanto, extrapolar el consumo energético a multitudes es erróneo, ya que es imposible que quepan tantas transacciones dentro de los bloques de Bitcoin.
Una vez dicho esto, podemos intentar calcular el gasto futuro en transacciones en la cadena. Bitcoin puede liquidar alrededor de 300.000 transacciones diarias. De media los usuarios pagarían 100 dólares por transacción. Esto nos lleva a un gasto total de 30 millones de dólares al día. Las recompensas mineras actuales (emisión + tasas de transacción) rondan los 60 millones de dólares. Así que, según nuestros cálculos, los ingresos de la minería -y con ello el uso de energía- serían la mitad de los actuales.
Algunos críticos tienen una percepción negativa sobre los mineros de Bitcoin, que consumen cantidades exageradas de electricidad que podrían ser empleadas en otro lugar. La minería de Bitcoin se centra cada vez más en la utilización de la llamada energía varada, la cual se divide en dos tipos: la energía de la red, donde los picos en la producción de energía renovable o la sobreproducción en la red local pueden provocar un exceso de energía que hay que tratar de alguna manera y la energía fuera de la red, que es la energía potencial en lugares remotos sin ninguna conexión a la red eléctrica.
Los mineros están transformando cada vez más el gas natural en electricidad y minando en el lugar de los pozos de petróleo, lo cual es mucho más respetuosa con el medio ambiente que la quema de gas. La quema de gas no es muy eficiente, y una gran cantidad de metano puede seguir escapando a la atmósfera, La combustión del gas dentro de un agregador es una práctica mucho más limpia.
Como conclusión, las implicaciones ecológicas de Bitcoin son malinterpretadas. El hecho de que bitcoin ofrezca soluciones para capturar la energía varada e incentivos para la energía limpia, significa que los reporteros mal informados obstaculizan un dinero más eficiente, al servicio de las instituciones que se benefician desmesuradamente de las inversiones en combustibles fósiles y de los titulares financieros globales.

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